Un titán en desierto ajeno
Rubén Glera, presidente del Zamudio, competirá a sus 49 años a través del Sahara en la Milenio Titan Desert, el París-Dakar de la bicicleta de montaña
Bilbao. Amenudo se cataloga el fútbol no profesional como una travesía en el desierto que no trae más que complicaciones y escasas alegrías. Rubén Glera, presidente del Zamudio, de 49 años, gusta de enfrentarse a retos, y si no es poco mantener a su club sin complicaciones en Tercera División, el dirigente ha optado por embarcarse en otra aventura donde se precisa de un ejercicio de superación y una fuerza descomunal, la Milenio Titan Desert, conocida como el París Dakar de la bicicleta de montaña, y que se celebrará del 29 de abril al 4 de mayo en la arena del Sahara pero aún con un recorrido por desvelar.
Glera sacó el billete en El Montanyà. "Me había enterado de la prueba en un folleto de publicidad pero no esperaba estar entre los seleccionados. Les envié los datos del pulsómetro solo porque cumplía los requisitos. Estar allí fue un premio, junto a figuras de esta especialidad como Milton Ramos o Nuria Lauco. A siete bajo cero, con nieve y hielo se hace duro, pero lo trascendente es tener la cabeza tranquila", sostiene mientras regresa de entrenarse siguiendo un plan de preparación que le mantendrá ocupado los próximos dos meses. "Me encantan los retos y la aventura. La bicicleta me atrae desde que dejé el fútbol hace casi veinte años y ahora, ya con un hijo, solo me faltaba disfrutar de una experiencia así que para mí será irrepetible".
"Hasta marzo no se desvelarán las etapas, pero ya nos avanzaron que se desarrollarán cerca del Alto Atlas. Es por eso que me abrigo más de lo normal para contrarrestar la temperatura que nos encontraremos allí. Me suelo colocar un bufo tapándome la boca para mejorar la respiración", desgrana Glera, encantado con la organización, que pondrá allí a disposición de los participantes todo el material y la cobertura necesaria. "Gente como Melchor Mauri, el tres veces campeón Roberto Heras y el propio Óscar Pereiro están dando a esta prueba cada vez mayor glamour, por eso para mí ya es un premio contar con un hueco. Lo importante es terminarla, no la posición. Habrá que tener cuidado con las posibles llagas y ampollas, o las infecciones como consecuencia de las rozaduras por el sudor y la arena", vaticina.
Regresará la navegación y se incrementará la distancia por las dunas en los 600 kilómetros que se dividen en seis jornadas psicológicamente áridas. En los puntos de sellado se podrá coger agua, pero tanto la bicicleta Giant como el resto de equipaje sufre en demasía. El proceso de selección en el que tomó parte Glera demostró que "el nivel de esta edición es más equilibrado". La filosofía de la carrera es bien sencilla: no dejes que tus sueños sean solo eso. Según palabras de Juan Porcar, consejero delegado de RPM (organizador de la Titan Desert), "no podemos dejar que nuestra vida cotidiana arrincone nuestras ilusiones, ya que solo a través de ellas viviremos experiencias que nunca olvidaremos y que quedaran grabadas a fuego en nuestra memoria". Propuesta que el propio Glera corrobora como capítulo de su ciclo vital, que empezó por dar patadas a un balón y hace escala sobre los pedales de montaña. "La gran mayoría de gente ha vuelto a casa con la sensación de haber hecho algo grande, algo que recordará el resto de sus vidas. Y ese es el objetivo". Retornar a casa tras demostrar ser un titán en desierto ajeno. Relegando al fútbol a un división menor.
Fuente: http://www.deia.com/2012/02/25/deportes/futbol/un-titan-en-desierto-ajeno
Tanto Iñaki como Rubén... TITANES
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